miércoles, 29 de noviembre de 2017

VÍA FERRATA DE LOS ALBERCONES; un lugar divertido.

   A veces ocurre, no muchas, menos de las que deseamos, pero sí, alguna que otra vez pasa.... 
Suena el despertador, y al echar el pie fuera de la cama, siento buenas vibraciones. Algo o alguien dentro de mi interior, me dice "hoy vas a tener un buen día". Me estoy vistiendo y me dan ganas de colocarme la camiseta de Superman, con capa incluida, lástima que me queda un poco pequeña, que si no, me la ponía. Y es que hoy, durante algunos segundos, me lanzaré al vacío y volaré. Bien asegurado.... pero volaré.
   Es mi estreno en el mundo de las vías ferratas, una actividad a medio camino entre el senderismo de montaña y la escalda, un deporte que nos permite a los senderistas, sin vértigo, catar un pequeño sorbo, del elixir que los escaladores degustan hasta la saciedad.... ¡No se diga más y vámonos pa' ya!

Los integrantes de la actividad, de atrás a delante; Jeromo, Baldo, Juan, un servidor y Pedro.